El tamarillo o tomate de árbol es una fruta exótica que crece en los Andes Sudamericanos, y aunque lleva el nombre “tomate” su sabor no se parece en nada al tomate que comemos en las ensaladas.
El tomate de árbol es una fruta un poco ácida que generalmente se consume fresca o en jugo, ya sea mezclada con agua o leche y azúcar, o también se puede preparar cocinándola con dulce para hacer compotas o mermeladas.
El tomate de árbol crece en un pequeño árbol (no en una planta rastrera como el tomate común), y se cultiva en las montañas desde Venezuela hasta Argentina, en un clima más bien frío (entre 15 y 22 grados centígrados). Su color varía desde el amarillo hasta el rojo oscuro, siendo más dulces los de color más oscuro y más ácidos los amarillos.